Reencuentro con su pasado
"Todo el mundo tiene un precio, Darcy. Yo te he dicho cuál es el mío, ahora dime cuál es el tuyo".
La secretaria Darcy Lennox sabía lo exigente que podía ser su multimillonario jefe, Maximiliano Fonseca Roselli. Su fiera ambición era bien conocida, pero casarse con él para que se asegurase el contrato del siglo iba más allá del deber.
Max, un hombre al que no se le podía negar nada, se mostró imperturbable ante su reticencia a contraer un falso matrimonio. En su mundo, todos tenían un precio y estaba decidido a convencerla para que revelase el suyo.
Pero, después de un apasionado beso, Darcy descubrió que la apuesta era mucho más alta de lo que ninguno de los dos había imaginado.
Todo sucedió una noche
No tuvo más remedio que tomar una decisión: casarse con ella.
Serena James no había olvidado al hombre que le había partido el corazón, y tampoco había olvidado la furia que había en sus ojos cuando se separaron. Pero su aventura veraniega tuvo consecuencias imprevistas y, tres meses después, se vio obligada a volver a la isla de Santorini.
Nikos Petrakis estaba a punto de cerrar un acuerdo que aumentaría su fortuna y lo convertiría en un hombre aún más poderoso. No quería distracciones y, mucho menos, si se presentaban en forma de una pelirroja impresionante cuyas curvas pedían a gritos que las acariciaran. Pero esa pelirroja le iba a dar un heredero…
La inocencia perdida
Un heredero para su enemigo...
Diez años atrás la ingenua Iolanthe Petrakis fue seducida por el magnate griego Alekos Demetriou, con quien vivió la noche más deliciosamente pecaminosa de su vida.
Sin embargo, cuando Alekos descubrió que era hija de su enemigo, se desentendió por completo de ella... antes de que pudiera decirle que se había quedado embarazada.
Diez años después, con la empresa de su familia en peligro, a Iolanthe no le había quedado más remedio que revelarle al odioso Alekos Demetriou que había tenido un hijo suyo.
Al descubrir la verdad, Alekos le anunció que iba a darle su apellido y le propuso, por el bien del niño, que se convirtiera en su esposa.
Una marioneta en sus manos
¡En el juego de la seducción, el guapo empresario siempre se salía con la suya!
Alessandro Falcone era famoso por ganar en todo lo que se propusiera. Cuando se vio obligado a viajar a Escocia, pensó que era una inconveniencia. Por eso, el plan del millonario soltero era tomar lo que quería e irse... hasta que la guapa Laura Reid se convirtió en una deliciosa distracción en las largas y frías noches escocesas...
Laura no tenía nada que ver con las sofisticadas modelos con las que solía salir Alessandro, pero su voluptuosa figura y su bello rostro, natural e inocente, representaban para él un atractivo al que no podía resistirse.