Una novela histórica sobre el movimiento anarquista chileno en las primeras décadas del siglo XX.
Chile, 1920. A poco más de cuarenta años de la Guerra del Pacífico, se habla de una nueva guerra con Perú y el gobierno moviliza miles de soldados a la frontera: un conflicto inexistente que se conocerá como la «guerra de don Ladislao», uno de los montajes más vergonzosos de la historia del ejército chileno. En este contexto, surgen «ligas patrióticas» formadas por jóvenes nacionalistas que asaltan y queman la biblioteca de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), epicentro del movimiento cultural y político de la época. Se inicia, de este modo, una salvaje persecución contra estudiantes y anarquistas, entre ellos, una generación de brillantes intelectuales como José Domingo Gómez Rojas, José Santos González Vera y el mismísimo Manuel Rojas.
Mediante una prosa dúctil, cautivadora, Nicolás Vidal logra retratar además la articulación de los primeros movimientos feministas en el país y la influencia de la mítica imprenta Numen como difusora del movimiento subversivo. Una bellísima y entretenida novela sobre una etapa poco visitada en la narrativa chilena. Un homenaje a la potencia transformadora de los libros. Un retrato brillante de los peligros del nacionalismo ante cualquier encrucijada histórica.