Gil Gil vino al mundo tras siete meses de gestación, los únicos que podría estar en contacto con su madre, pues ella murió al darle a luz. Su padre le enseñó el oficio de zapatero, que había estado en la familia por generaciones, pero falleció cuando Gil era todavía pequeño. Por suerte, el más ilustre de los clientes de su padre, el conde de Rionuevo, se compadeció del huérfano y lo llevó a vivir a su casa en calidad de paje…
Pedro Antonio de Alarcón es un hábil narrador, capaz de mantener en vilo al lector con una historia, y, aunque el marco espacio-temporal de sus novelas suele ser de estilo realista, sus personajes siguen siendo, en el fondo, románticos. Con él se produce el tránsito desde el Romanticismo a la nueva estética realista.
