La vida eterna no es simplemente vivir para siempre. Es un tipo de vida con la que no nacemos. La vida eterna esta compuesta de los atributos de la naturaleza de Dios.
De acuerdo con la ley de la semilla de Dios, los seres vivos producen semillas que transmiten su naturaleza a sus descendientes. Dios comparte su naturaleza, incluida la vida eterna, con nosotros a través de sus palabras. Participamos de la vida eterna al oímos, creemos, recibimos y seguimos las palabras de Dios y del Espíritu Santo para llevar a realización el fruto de la vida eterna.