¿Un audaz príncipe quiere pagarme un montón de pasta para que le entrene para aguantar la respiración bajo el agua durante diez minutos? ¿Dónde me apunto?
Salvo que... yo no soy asesora de efectos especiales. Cuando batí el récord de inmersión sin aire lo hice con un truco. Por supuesto, no puedo decirle eso a mi cliente, el principesco y sexy Anatolio Cezaroff, también conocido como Tigger. Sobre todo, si quiero poder pagar el alquiler.
Por otra parte, no estoy exactamente cómoda con los gérmenes. Me refiero a todos los gérmenes, incluyendo los que se ocultan al acecho en los hombres más atractivos del mundo. Así que enamorarme de mi guapísimo cliente queda descartado, y yo tengo la firme intención de mantener las distancias.
Es decir, hasta que él se ofrece a entrenarme a mí en la cama.
NOTA: Esta es una comedia romántica atrevida, a fuego lento, que se puede leer de forma independiente, con una heroína germofóbica y obsesionada por el cine que se muere por ser una maga famosa, un sexy y ardiente príncipe de Ruskovia a quien le gusta vivir al límite, y dos perros de excesivo tamaño que puede que hayan sido o no la causa de que el vestuario de dicho príncipe haya tenido cierto problemilla. Si te parece que algo de lo que lees en estas líneas no es lo tuyo, sal corriendo ahora mismo. Si decides quedarte, abróchate el cinturón y prepárate para un viaje lleno de carcajadas y que hará que te sientas muy bien.